domingo, 12 de agosto de 2012

PARTOS PROVOCADOS POR GINECO-HOLIDAYS


Una de las situaciones habituales en los dias previos a periodos vacacionales, sean puentes, navidades o como ahora en veranito,         es que en las clínicas privadas los ginecólogos se dedican a provocar partos, es decir, se inducen los partos de forma artificial, en este caso para que puedan atenderlos (y cobrarlos) antes de irse de vacaciones, de puente o de weekend.


Precisamente en esta primera quincena de agosto hay clínicas privadas donde se han producido entre
3 y 5 inducciones en un día, de mujeres entre la semana 37 y 39 de gestación. El resultado es una cifra escandalosa de cesáreas e instrumentaciones como el fórceps y el kiwi ( ventosa ) y un porcentaje finalmente de eutócicos (partos normales) de solamente un 10% en algunas clínicas.

Esto supone que de 10 mujeres a las que se les ha provocado el parto, solo 1 haya parido vaginalmente sin cesárea, ni fórceps o kiwi, y desgraciadamente sea un parto con toda una cascada de intervenciones innecesarias practicadas a la madre y al bebé. Y para colmo, los otros 9 bebés han nacido mediante cesáreas, fórceps o kiwis, totalmente innecesarios de no haber provocado artificialmente y con prisas sus nacimientos.

Lo grave además es que estos bebés son extraídos del vientre materno, muchos días antes, a veces semanas antes, de lo que natural y espontáneamente les hubiera correspondido, porque los ginecólogos de las privadas se marchan de vacaciones, de puente o quieren un weekend "sin nada", y organizan una agenda diaria de inducciones y cesáreas programadas por motivos altamente sospechosos, que generan un pico curioso de nacimientos en determinadas horas y días del año.

La mayoría de estos ginecólogos trabajan también en hospitales públicos donde saben que, cuando se inducen partos,  los motivos han de ser en principio totalmente justificados obstétricamente. No me cuadra esta "doble personalidad". Evidentemente si hicieran todas estas inducciones en los hospitales públicos, estoy segura que los pediatras no lo consentirían, y es que sacar niños antes de tiempo puede tener un precio alto.

 Muchas veces el distress respiratorio inicial de los bebés que no estaban aún listos para nacer, obliga a derivarlos urgente a unidades neonatales, ya que en estas clínicas no se dispone de recursos pediátricos adecuados, quedando las madres recien paridas ingresadas y muy tristes sin sus bebés. Pero a estos individuos no les importa, a esas horas "por fin están libres", o "ya se han sacado todos los partos de la semana o del mes". Me hace gracia cuando además son los que critican la atención con profesionalidad que ejercemos las comadronas de parto en casa. Ciertamente para eso hubiera sido mejor que se hubieran dedicado a otra cosa, porque el mundo de los partos requiere gente humana (pro-mamífera), sabia y respetuosa con los tiempos y los ritmos vitales.

 Tenemos una epidemia de nacimientos de bebés inducidos con muchas consecuencias a corto y
 largo plazo... Espero que durante el siglo XXI se incluyan nuevos y mejores parámetros de valoración de la salud y el bienestar de bebés y  niños, y no sólo los dichosos percentiles y el "control del niño sano".

Y esto se ha producido en estos primeros días de agosto, y se repite en los dias previos a la semana santa, los dias previos a las navidades, de lunes a jueves de cada mes....en hospitales y clínicas privadas de España, salvo las honrosas excepciones de conocidos ginecólogos respetuosos que atienden con comadronas en privadas de algunas ciudades.

La mayoría de estas mujeres pertenecen a mútuas y han seguido el control de embarazo con estos ginecólogos, los cuales además les dicen que no hace falta ir a la comadrona (" para qué?, tú tranquila") máximo a algún grupito de preparación al parto o "educación maternal" concertado con la mútua, que más que nada son grupos de adiestramiento al parto. Creen firmemente que dicho profesional hace lo mejor para su bebé y para ella, van encantadas a la mútua para tener una habitación individual y luego explican lo rápido que "dieron a luz", una y otra vez a las visitas de los primeros días. Pero cuando a solas lloran, con el bebé en brazos que también llora, se engañan a sí mismas para no creer, que lo que les han hecho es real. Son víctimas semiconscientes, silenciosas y adiestradas del maltrato obstétrico a gran escala que sucede en los hospitales y clínicas privadas de España.

También hay mujeres que van encantadas a su cesárea programada y pedida por ellas mismas,
 ¿¿porque nunca, ni en ningún momento del embarazo, aunque fuera una conversación durante un monitoreo, se coincide con un profesional que les informe de lo mejor para ellas y sus bebés?? .
Yo no me creo que hubiera mujeres que, recibiendo una información con evidencia científica en todos los aspectos de lo que es mejor sobretodo para sus bebés, no optaran por ello. Las mujeres siempre queremos lo mejor para nuestros bebés, no me creo que el problema sean las mujeres. El problema es que la información manipulada con efecto nocebo que se da en la atención privada no persigue este objetivo de veracidad y respeto a la salud materna y neonatal, sino el de facilitar la agenda del ginecólogo, "y claro, para que vas a sufrir, una cesárea es lo mejor..." o "para que esperar? si se va a hacer más grande..".

Con esta reflexión de hoy, quiero llegar a todas las mujeres que podamos si lo compartes con otros, y sobretodo a mis colegas comadronas que también son mujeres y hombres, madres y padres, y profesionales de la salud. Yo estuve unos meses en una privada y un día me saqué la bata y me dije que nunca volvería, porque éticamente no podía participar de este maltrato, dañaba a los demás y también a mi misma . La atención al parto y la forma de nacer mejorarán seguro, cuando la actitud profesional de la comadrona se posicione firmemente hacia el respeto a la fisiología y a las necesidades de la mujer en el parto y a informar durante el embarazo empoderando a las mujeres, y no "prepararlas para lo que se van a encontrar, o para lo que les hacemos aquí".

Ojalá tod@s l@s comadronas dejáramos colgados a estos ginecólogos y sus inducciones innecesarias y nos dedicáramos a hacer bien nuestro trabajo, acompañar a las mujeres a vivir la experiencia del parto con la menor intervención posible, como estadísticamente debería ser en el 90% de partos.

Porque al final lo que te llevas de este mundo es lo que has disfrutando compartiendo experiencias verdaderas con las personas , y esto puede suceder cada día si te lo propones, o optar por enchufar una oxitocina y acabar prontito para irte al beach club y coincidir con el ginecólogo.

P.D: dedicado a mis queridos gines cuando dicen " no haremos nada, dejémosla tranquila que va bien".

                                             

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